Es un libro que trata de la amistad y del amor. Te enseña la verdadera amistad entre un grupo de chicas. Tras varios problemas entre ellas, amores de la adolescencia y problemas familiares, siempre se tienen las unas a las otras, siempre están unidas. Aparte del primer argumento de la amistad, te enseña que el verdadero amor cuesta encontrarlo y que nunca te puedes quedar con el primero, que tienes que vivir muchas experiencias y disfrutar de la vida. Que no puedes hacer caso de las cosas que dicen los demás a pies juntillas, que no se puede juzgar a los demás a simple vista, que las casualidades nunca ocurren sin ningún motivo, que no existen los príncipes azules para toda una vida, que la familia no se elige pero a los amigos sÍ. Y que no es más rico el que más tiene si no el que menos necesita, que tienes que pelear por aquello que quieres y que jamás debes rendirte, habrá días buenos, pero también malos, por eso tienes que estar ahí al pie del cañón. Que no todo es un cuento de hadas, que los problemas también existen y están ahí a la vuelta de la esquina, que los finales también pueden ser amargos. Que tu camino no lo eliges sino que lo construyes día a día con tus actos y decisiones, porque somos el resultado de lo que hemos vivido. Y que no siempre habrá alguien ahí para aconsejarte. Que de vez en cuando también es bueno saltarse las normas. Y que la vida es demasiado corta para atormentarse por estupideces.
Natalia Martínez
Lucía era pequeña. Al igual que muchos niños (entre los que me incluyo) odia las matemáticas.
